Innovación Agrotecnológica en Panamá: Proyectos de Investigación y Desarrollo entre el IDIAP y SPROUT AI
La agricultura en ambiente controlado representa una excelente alternativa para impulsar la productividad y la inocuidad de los alimentos, así como minimizar el uso de recursos hídricos, insumos y productos fitosanitarios de síntesis.
El contexto de la historia
La agricultura en ambiente controlado se perfila como una alternativa que permite optimizar el crecimiento y la productividad de las plantas, lo que resulta en mayores rendimientos y una mejor calidad del producto final. Estas tecnologías pueden abarcar varios tipos de estructuras de cultivo como: casas de vegetación, túneles altos, granjas verticales y fábricas de plantas. Este enfoque ha ganado cada vez más atención en los últimos años debido a su potencial para la producción de cultivos durante todo el año, la conservación de recursos y la mitigación de los impactos del cambio climático.
Los sistemas de producción en ambiente controlado: Nuevos enfoques para aumentar los rendimientos en la agricultura
La iniciativa implementada
La agricultura vertical proporciona una solución a muchos factores que afectan directamente la cadena de suministro de alimentos en entornos urbanos.
El aumento en los costos de los alimentos nos hace observar los desafíos que han llevado a mejorar los sistemas de producción actual. La agricultura vertical nos ofrece un modelo de agricultura basado en alta tecnología que garantiza la seguridad alimentaria de nuestro país.
Producción de más alimentos en menos espacio: Cultivos durante todo el año, alta calidad y sin contaminantes.
Producto esperado
Los cultivos en un ambiente controlado permiten productos de calidad constante que pueden entregarse rápidamente a los mercados locales y reducen la cantidad de productos perecederos. La implementación de estos sistemas en la producción agrícola de frutas y hortalizas permite un control de condiciones agroambientales como la temperatura, humedad y luz, así como el monitoreo diario de la acidez y de la conductividad eléctrica. Al tener estas condiciones controladas, el productor puede proteger sus cultivos de fenómenos como la radiación excesiva o insuficiente, lluvias, sequías extremas o plagas; lo que disminuye los riesgos de pérdidas y permite una mayor rentabilidad.